La pareja toma la decisión consciente de practicar la castidad en el matrimonio a través de la abstinencia periódica. El autocontrol en esta área de su matrimonio influye en otras áreas del mismo: finanzas, crianza de los hijos, relaciones con la familia en general. En fin, el matrimonio en su totalidad se alinea con el diseño de Dios y las parejas se vuelven libres de experimentar la unión marital, habiendo sido empoderadas al conocer y entender en dónde se encuentran en relación su fertilidad como pareja. Estas áreas de intimidad son las que preparan la tierra del jardín de su amor para desbordase en una relación sexual llena de significado. Sus hijos, también, serán bendecidos profundamente como resultado de esta cercanía (Olmsted, 2018, número 56).